sábado, 29 de septiembre de 2007

el presente, el futuro

Uno llega a viejo y se queda - prácticamente - sin futuro, entonces obligadamente debe vivir el presente y sentirlo y disfrutarlo, o sufrirlo. Es en ese entonces cuando mucha mucha gente sufre: por lo que no hizo en la vida, por aquella decisión que tomó que no debió tomar, por aquél paso en falso que dio. Pero también hay otra gente que sufre porque simplemente no sabe vivir el presente; se pasó toda la vida planificando a futuro y postergó el presente que ahora inevitablemente llegó, pero su cuerpo no está entrenado para disfrutarlo.

Otra gente se dedica a vivir el presente sin pensar en el futuro, la noche, las drogas, el alcohol, las fiestas, el verdadero rock and roll. Esa gente, o se muere temprano, o su aburre de la fiesta y cae en cuenta un día que como no formó nada no tiene nada, nadie que lo acompañe, dinero, trabajo o forma de conseguirlo, tal vez sólo un perro o gato que ande en la vuelta. Esta gente, o sigue hasta que se muera en la fiesta, aunque ya esté aburrido de ésta, o cae en un pozo depresivo sin nadie que le de una mano.

Me pregunto cuál es el balance perfecto...

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