domingo, 8 de junio de 2008

l'homme moderne

« Quant à l'homme moderne, il apprend à "surfer" sur les rapports de force et à sortir le maximum d'une négociation. Pris en défaut, il sait également sacrifier les principes et les idées au bon moment pour ne pas tout perdre. Cet homme vit donc dans le mouvement, recomposant sans cesse le lien social en fonction de l'action-réaction »


Entretien à Philippe Breton

miércoles, 9 de enero de 2008

preguntas fundamentales

¿Dicotomía, contraste o complemento?

¿El balance, el centro, es algo bueno?

¿Se va al choque o se acepta con discrepancias?

¿Crecemos o nos encasillamos?

¿Nos convencimos o nos convencieron?

viernes, 26 de octubre de 2007

la tristeza conspira contra la alegría

En este mundo gris, rutinario, de low beat, con pocas emociones, todo conspira contra el que está fuera de esa situación.

Si hacés ruido, callate; si ponés la música fuerte, bajala; si saltás en el piso, el de abajo se queja; si cantás a las 3 de la mañana, todos se quejan.

Es un problema físico, todo tiende a frenarse y a bajar su volumen.



Seamos un poquito más animales de vez en cuando.

martes, 16 de octubre de 2007

con franqueza

¡Tiene que ser con sinceridad, con el alma, hay que superar la barrera conciente! ¡No racionalices la situación, no demores más de un segundo!

Si se acuesta con muchos, ¿vale menos?

sábado, 6 de octubre de 2007

sobre "el camino"

'Por muchos caminos diferentes y de múltiples modos llegué yo a mi verdad; no por una única escala ascendí hasta la altura desde donde mis ojos recorren el mundo.

Y nunca me ha gustado preguntar por caminos, ¡esto repugna siempre a mi gusto! Prefería preguntar y someter a prueba a los caminos mismos.

Un ensayar y un preguntar fue todo mi caminar, ¡y en verdad, también hay que aprender a responder a tal preguntar! Éste es mi gusto, no un buen gusto, no un mal gusto, pero sí mi gusto, del cual ya no me avergüenzo ni lo oculto.

"Este es mi camino, ¿dónde está el vuestro?, así respondía yo a quienes me preguntaban por el camino. ¡El camino, en efecto, no existe!'

Así habló Zaratustra, pág 192, Friedrich Nietzsche.

sábado, 29 de septiembre de 2007

el presente, el futuro

Uno llega a viejo y se queda - prácticamente - sin futuro, entonces obligadamente debe vivir el presente y sentirlo y disfrutarlo, o sufrirlo. Es en ese entonces cuando mucha mucha gente sufre: por lo que no hizo en la vida, por aquella decisión que tomó que no debió tomar, por aquél paso en falso que dio. Pero también hay otra gente que sufre porque simplemente no sabe vivir el presente; se pasó toda la vida planificando a futuro y postergó el presente que ahora inevitablemente llegó, pero su cuerpo no está entrenado para disfrutarlo.

Otra gente se dedica a vivir el presente sin pensar en el futuro, la noche, las drogas, el alcohol, las fiestas, el verdadero rock and roll. Esa gente, o se muere temprano, o su aburre de la fiesta y cae en cuenta un día que como no formó nada no tiene nada, nadie que lo acompañe, dinero, trabajo o forma de conseguirlo, tal vez sólo un perro o gato que ande en la vuelta. Esta gente, o sigue hasta que se muera en la fiesta, aunque ya esté aburrido de ésta, o cae en un pozo depresivo sin nadie que le de una mano.

Me pregunto cuál es el balance perfecto...

jueves, 27 de septiembre de 2007

"el tesoro"

Uno se pregunta muchas veces en su vida: ¿qué hago con el tesoro? ¿lo tomo? ¿lo dejo? Cualquier decisión implica ganar mucho y dejar mucho también de lado.

Hay quienes aman lo preciado y codiciado y quienes aceptan resignados los segundos o terceros premios.

Alguno de los que quieren el tesoro muchas veces se deja encegecer por éste, y no se da cuenta de que en realidad no vale tanto como parece.

Un segundo sospecha que el tesoro no es tal entonces no lo toma y pierde su oportunidad máxima.

Otro lo tiene ahí: fácil, accesible, al alcanze de la mano; pero no comprende que es realmente un tesoro y no lo agarra con las fuerzas necesarias para que éste no vuele.

Hay que estar despierto, ver el tesoro, pesarlo y tomarlo si es tal, no por la carga de conciencia de no haberlo tomado; no por dejarse encegecer por su brillo; sino por su valor, por ese valor que no es otro que el que nosotros le damos. Siempre está el que te va a decir - ¡pero eso no tiene valor para mi! - pero no todos perseguimos las mismas cosas, no todos tenemos los mismos objetivos.

¡Busquemos ese tesoro y tomémoslo!

(a veces ni siquiera hay que buscarlo)